La idea de buscar toda la música que Julio Cortázar menciona en Rayuela, era una idea automática al leer Rayuela. Pero ahí queda. Cuando mucho, se ven los nombres, se cotejan con los que conoces y vuelves a gozar del sonido del Jazz.
Hace ya 7 años, a Pilar Peyrats Lasuén se le ocurrió la idea completa y produjo un CD que en todos los sitios de jazz en los que acceso, es tema obligado. Por cierto que no puedo encontrar información biográfica sobre Pilar. Si tienes información, te agradezco enviármela para publicarla. Se lo merece por su brillante idea. Se recomienda y estoy de acuerdo, volver a leer Rayuela, en los capítulos de jazz, escuchando la música de su CD.
A continuación, sitios y referencias.Incluso se puede accesar a la música a través de ellos.
http://www.taringa.net/posts/musica/1258986/Jazzuela---Todo-el-jazz-de-Rayuela-(de-Julio-Cortázar).html
http://www.taringa.net/posts/musica/1258986/Jazzuela---Todo-el-jazz-de-Rayuela-(de-Julio-Cortázar).html
Jazzuela - Todo el jazz de Rayuela 750) this.width=750" border=0> En este disco se pueden encontrar todos los temas que Julio Cortázar nombra y describe en su obra Rayuela, ordenados por aparicion según sus capitulos. TRACKS: CAPÍTULO 10 1 Frank Trumbauer And His Orchestra - "I'm coming Virginia" 2 Bix Beiderbecke And His Gang - "Jazz me blues" CAPÍTULO 11 3 Kansas City Six - "Four o'clock drag" 4 Lionel Hampton & His Orchestra - "Save it pretty Mamma" CAPÍTULO 12 5 Coleman Hawkins - "Body and soul" 6 Dizzi Gilespie And His Orchestra - "Good bait" 7 Bessie Smith - "Baby doll" CAPÍTULO 13 8 Bessie Smith - "Empty bed blues" 9 Louis Amstrong And His Orchestra - "Don't you play me cheap" 10 Louis Amstrong's All Stars - "Yellow dog blues" CAPÍTULO 14 11 Louis Amstrong's All Stars - "Mahogany hall stomp" CAPÍTULO 15 12 Big Bill Broonzy - "See see rider" 13 The Chocolate Dandies - "Blue interlude" 14 Champion Jack Dupree - "Junker's blues" CAPÍTULO 16 15 Big Bill Broonzy - "Get back" 16 Duke Hellington And His Orchestra - "Hot and bothered" 17 Duke Hellington And His Orchestra - "It don't mean a thing" CAPÍTULO 17 18 Earl Hines - "I ain't got nobody" 19 Jelly Roll Morton - "Mamie's blues" CAPÍTULO 18 20 Warning's Pennsylvanians - "Stack O'Lee blues" 21 Tenderly - "Oscar's blues" Link de descarga: http://rapidshare.com/files/118116803/Jazzuela_-_Todo_el_jazz_de_Rayuela.rar.html Aca dejo otro link para los que no les gusta rapidshare : http://www.mediafire.com/?1zvonkg9wsf "Una recopilación de temas jazz inspirados por la obra del gran escritor argentino Julio Cortazar, género musical por el que sintió una gran pasión. Sin motivo aparente pero con el siempre valido de recordar la figura de Cortázar (según Monterroso el único poeta de tan gigantesca talla), cabe rescatar esta pequeña joya publicada en el 2001 y distribuida en España por K Industria Cultural. La compilación realizada por Pilar Peyrats contiene 21 cortes que repasan los 9 capítulos de Rayuela (del 10 al 18) íntimamente ligados al jazz y el blues (para ser exactos, en su recopilación Pilar ha elegido dos temas que no aparecen en la obra, pero dada su importancia en la época y la relación con los personajes han sido incluidos). Imprescindible para los amantes de la obra de Cortázar, amantes también de la buena música. Duke Ellington, Louis Armstrong, Coleman Hawkins, Bessie Smith, Lionel Hampton, Bix Beiderbeke, Jelly Roll Morton y otros artistas de la era del swing, proponen un nuevo acercamiento a su obra. El amplio libreto contiene parte de los textos relacionados con las canciones, fotos de los intérpretes, la letra de los blues, y su traducción al castellano, algunos comentarios sobre las piezas musicales y una guía de audición. Tras la publicación de su revolucionaria obra, el argentino recibió una dura acogida por algunos críticos y especialistas de jazz. "Los datos discográficos de Rayuela, se superan en inexactitud". Al igual que Charly Parker podía volar tocando cualquier nota en la escala musical entre los cambios convencionales de acordes, haciendo que sonara armónicamente bien, con blues y swing, el propio lector puede volar entre capítulos rompiendo con los clichés habituales de la literatura moderna y disfrutando con este disco de una selecta banda sonora que dota de nuevas dimensiones a los personajes de la "novela" aparecida en 1963. "Sucede además que por el jazz salgo siempre a lo abierto, me libro del cangrejo de lo idéntico para ganar esponja y simultaneidad porosa." (Julio Cortazar). En toda su obra abundan textos en los que Cortázar utiliza el jazz como medio de expresión para liberarse de las ataduras habituales de los procesos creativos. Este nuevo enfoque de su obra, aportado por Pilar, permite reencontrarnos con uno de los grandes genios de la literatura en castellano, que en estos momentos desde el fondo del tiempo, estará escuchando cierto solo de piano de "I ain´ t got nobody", por Earl Hines". (fuente: http://www.lafactoriadelritmo.com/fact21/discos/disco.php?articulo=24) Aca les dejo mas informacion sobre Rayuela: http://es.wikipedia.org/wiki/Rayuela_(novela) Y ese otro link los lleva al libro subido a internet: http://www.literaberinto.com/Cortazar/rayuela.htm P.D: La verdad que este es el primer post que me animo a hacer, asique esperemos que salga bien y les guste. Coméntenme qué les pareció
Jazzuela
(Cortazar, Julio) Pilar Peyrats LasuénJazzuela, Julio Cortazar y el jazz. Cuadernillo incluyendo los fragmentos de Rayuela en donde Cortazar hace alusiones al jazz, además de las letras de esos temas y fotos de sus interpretes. Incluye CD con las grabaciones de dichos temas en esas versiones. Su autora, que es estudiosa del jazz, nos brinda esta especial visión de la más importante novela de Cortazar
JAZZUELA JULIO CORTAZAR Y EL JAZZ de PEYRATS, PILAR AUTOR-EDITOR Encuadernación: Cartone ISBN: 8460596702 - Año de Edición: 1999 Plaza de Edición: VALENCIA - 95 PÁGINAS
EDICIÓN FRANCESA
JAZZUELALE JAZZ DANS MARELLE DE JULIO CORTAZAR CD - LIVRET JAZZ / BLUES - JAZZ FRANCELabel : K INDUSTRIA Parution : 26/11/2004 REF : K046CDF - NT105EAN : 8429085210883
EL LIBRO 144 páginas
Una introducción
Julio Cortázar: una bio musical
Cortázar y el jazz
El jazz en Marelle
Las palabras y las canciones
Los músicos
Bibliografía de Cortázar
Bibliografía sobre el jazz
Guía de audición
Homenaje a Cortázar
EL DISCO - 69 minutos
Corte
Músicos
Tema
Duración
1
Frank Trumbauer And His Orchestra
I'm coming Virginia
3:14
2
Bix Beiderbecke And His Gang
Jazz me blues
3:06
3
Kansas City Six
Four o'clock drag
2:53
4
Lionel Hampton & His Orchestra
Save it pretty Mamma
3:24
5
Coleman Hawkins
Body and soul
3:03
6
Dizzi Gilespie And His Orchestra
Good bait
2:49
7
Bessie Smith
Baby doll
3:01
8
Bessie Smith
Empty bed blues
6:16
9
Louis Amstrong And His Orchestra
Don't you play me cheap
2:56
10
Louis Amstrong's All Stars
Yellow dog blues
4:19
11
Louis Amstrong's All Stars
Mahogany hall stomp
4:17
12
Big Bill Broonzy
See see rider
3:18
13
The Chocolate Dandies
Blue interlude
3:28
14
Champion Jack Dupree
Junker's blues
3:12
15
Big Bill Broonzy
Get back
3:04
16
Duke Hellington And His Orchestra
Hot and bothered
3:19
17
Duke Hellington And His Orchestra
It don't mean a thing
3:13
18
Earl Hines
I ain't got nobody
3:12
19
Jelly Roll Morton
Mamie's blues
2:51
20
Warning's Pennsylvanians
Stack O'Lee blues
3:23
21
Tenderly
Oscar's blues
3:11
RESEÑAS
Viaje musical por RayuelaCarles Álvarez GarrigaFinales de la década de 1960. En un tren que cruza Europa viajan tres escritores hispanoamericanos. A la hora de dormir, el más joven pregunta al más viejo en qué momento y por iniciativa de quién se introdujo el piano en la orquesta de jazz. «La pregunta escribiría el tercero en emocionada nota necrológica era casual y no pretendía conocer nada más que una fecha y un nombre, pero la respuesta fue una cátedra deslumbrante que se prolonga hasta el amanecer, entre enormes vasos de cerveza y salchichas de perro con papas heladas». El narrador es lo adivinaron García Márquez. La pregunta la hizo Carlos Fuentes. Respondió Cortázar: «Cortázar, que sabía medir muy bien sus palabras, nos hizo una recomposición histórica y estética con una versación y una sencillez apenas creíbles, que culminó con las primeras luces en una apología homérica de Thelonious Monk». Habrá quien vea en la anécdota sólo el ensalzamiento de una retentiva prodigiosa, recordando que el mismo García Márquez contó en otra ocasión que, tras más de treinta años de perseguir el título de un cuento de perseguidos, la mitad de su argumento bastó a Cortázar para ofrecer nombre, autor y libro. Otros opinarán que la exhibición retórica es propia de la supuesta facundia nacional argentina, y despacharán el tema con la fingida suficiencia con que Vargas Llosa caracterizó a Homais, el farmacéutico de Madame Bovary, atribuyéndole una inopinada «maciza pedantería rioplatense». Pensando un poco más (o un poco más simple: pensando), la historieta recupera un territorio que los críticos dedicados al llamado universo-Cortázar aprovecharon para satisfacer el cupo de sus publicaciones académicas mediante el aderezo de conocimientos transversales y la masticación de glosas de vario éxito.En el caso de Rayuela, la disciplinada «campana neumática de la crítica» como diría García Hortelano había de tender puentes entre el propósito intelectualista de la novela y el alboroto juvenil de su recepción; un alboroto tal que, según Monterroso, hizo que todas las chicas quisieran parecerse a la Maga y esgrimieran con candor el ejemplo de la escasa higiene de la heroína para bañarse lo menos posible. Haciendo oídos sordos a esos probos esfuerzos de hermenéutica enclaustrada que por lo común no alcanzan al común de los lectores, acercamientos teatrales emocionante versión del grupo Payró y fotográficos El París de Rayuela de Héctor Zampaglione, logrado intento de demostración etimológica: «fotografía»: escritura con luz, anunciaban en cierto modo la posibilidad de Jazzuela, el disco-libro con que Pilar Peyrats ha intentado pagar su deuda: «Una deuda humilde pero todavía no saldada. Un viaje musical por la novela que cambió el panorama literario de toda una época, y en concreto por los capítulos situados entre el 10 y el 18».En esos capítulos en los que el Grupo de la Serpiente se reunía para sus «discadas», la conversación filosófico-orientalista discurría sobre una alfombra musical que había de circunscribirla doblemente. Por un lado, una circunscripción temporal, en cuanto el jazz tenía un sentido de averiguación poética que la industria se apropió después con el robo prometeico que va de Charlie Parker a Kenny G (disculpen que manche la página con este nombre). Por otro lado, la naturalidad con que Cortázar recurría a su enciclopedismo musical (una deuda que él pagó antes en «El perseguidor», la «pequeña Rayuela») contribuiría a la simplificación pedagógica de la obra. En este sentido, pese a que en una carta abierta a su amigo y musicólogo Daniel Devoto precisó con pedantería de coleccionista a propósito de Duke Ellington que «56 discos en mi casa quedan a tu disposición, cronológicamente ordenados», el hecho de que luego se marchara definitivamente a París con un único ábrete sésamo («un solo disco, metido entre la ropa; un viejísimo blues de mi tiempo de estudiante, que se llama Stack O'Lee Blues y que me guarda toda la juventud») terminaría por dar la razón a los que abordan esa personalidad confiando en fotos de archivo en las que parece tocar la trompeta.De esa tentación simplificadora peca en algún momento Jazzuela, cuidadoso ejemplo de autoedición hecha con mimo, que reproduce en la portada una Rayuela parecida a la que el propio Cortázar dibujó en la primera edición en Sudamericana para dividir luego su texto en nueve partes que alternan con desigual fortuna la guía de audición con la guía de lectura. Así, si lo documental puede ser de utilidad al relatar en breve y alfabético apéndice las biografías de los solistas de los veinte temas del disco la totalidad de cuyos intérpretes se detalla a continuación; si la inclusión de las letras de sus canciones, así como el rastreo de algunos párrafos de otras obras cortazarianas en los que se aludía al jazz, son laboriosos detalles que cualquiera agradece por su generosidad, todo ello no impide que al leer las páginas dedicadas específicamente a Cortázar y a Rayuela uno se quede con la impresión de que la autora no terminó de decidirse por el riesgo en este caso, además, inexistente de escribir para un lector verdaderamente familiarizado con la obra. Sea como fuere, y al margen de una cuestión final que hubiera divertido a Georges Perec (¿dónde ordenar un disco-libro?, ¿en la biblioteca o en la discoteca?), lo que importa es escuchar la selección musical. Parafraseando el final del prólogo de Cortázar a la antología poética de Pedro Salinas: «Alguna noche de vino y de hierbas fumables, con Louis Armstrong o Jelly Roll Morton afelpando el aire de reconciliación y contacto, lean en voz alta los capítulos de Rayuela, dibujen en un oído cegado por la tinta de imprenta ese árbol de poesía que Rilke sintió en el canto de Orfeo. No sé de mejor manera de pagar una deuda y recibir a la vez mucho más, infinitamente mucho más de lo que damos».
(Cortazar, Julio) Pilar Peyrats LasuénJazzuela, Julio Cortazar y el jazz. Cuadernillo incluyendo los fragmentos de Rayuela en donde Cortazar hace alusiones al jazz, además de las letras de esos temas y fotos de sus interpretes. Incluye CD con las grabaciones de dichos temas en esas versiones. Su autora, que es estudiosa del jazz, nos brinda esta especial visión de la más importante novela de Cortazar
JAZZUELA JULIO CORTAZAR Y EL JAZZ de PEYRATS, PILAR AUTOR-EDITOR Encuadernación: Cartone ISBN: 8460596702 - Año de Edición: 1999 Plaza de Edición: VALENCIA - 95 PÁGINAS
EDICIÓN FRANCESA
JAZZUELALE JAZZ DANS MARELLE DE JULIO CORTAZAR CD - LIVRET JAZZ / BLUES - JAZZ FRANCELabel : K INDUSTRIA Parution : 26/11/2004 REF : K046CDF - NT105EAN : 8429085210883
EL LIBRO 144 páginas
Una introducción
Julio Cortázar: una bio musical
Cortázar y el jazz
El jazz en Marelle
Las palabras y las canciones
Los músicos
Bibliografía de Cortázar
Bibliografía sobre el jazz
Guía de audición
Homenaje a Cortázar
EL DISCO - 69 minutos
Corte
Músicos
Tema
Duración
1
Frank Trumbauer And His Orchestra
I'm coming Virginia
3:14
2
Bix Beiderbecke And His Gang
Jazz me blues
3:06
3
Kansas City Six
Four o'clock drag
2:53
4
Lionel Hampton & His Orchestra
Save it pretty Mamma
3:24
5
Coleman Hawkins
Body and soul
3:03
6
Dizzi Gilespie And His Orchestra
Good bait
2:49
7
Bessie Smith
Baby doll
3:01
8
Bessie Smith
Empty bed blues
6:16
9
Louis Amstrong And His Orchestra
Don't you play me cheap
2:56
10
Louis Amstrong's All Stars
Yellow dog blues
4:19
11
Louis Amstrong's All Stars
Mahogany hall stomp
4:17
12
Big Bill Broonzy
See see rider
3:18
13
The Chocolate Dandies
Blue interlude
3:28
14
Champion Jack Dupree
Junker's blues
3:12
15
Big Bill Broonzy
Get back
3:04
16
Duke Hellington And His Orchestra
Hot and bothered
3:19
17
Duke Hellington And His Orchestra
It don't mean a thing
3:13
18
Earl Hines
I ain't got nobody
3:12
19
Jelly Roll Morton
Mamie's blues
2:51
20
Warning's Pennsylvanians
Stack O'Lee blues
3:23
21
Tenderly
Oscar's blues
3:11
RESEÑAS
Viaje musical por RayuelaCarles Álvarez GarrigaFinales de la década de 1960. En un tren que cruza Europa viajan tres escritores hispanoamericanos. A la hora de dormir, el más joven pregunta al más viejo en qué momento y por iniciativa de quién se introdujo el piano en la orquesta de jazz. «La pregunta escribiría el tercero en emocionada nota necrológica era casual y no pretendía conocer nada más que una fecha y un nombre, pero la respuesta fue una cátedra deslumbrante que se prolonga hasta el amanecer, entre enormes vasos de cerveza y salchichas de perro con papas heladas». El narrador es lo adivinaron García Márquez. La pregunta la hizo Carlos Fuentes. Respondió Cortázar: «Cortázar, que sabía medir muy bien sus palabras, nos hizo una recomposición histórica y estética con una versación y una sencillez apenas creíbles, que culminó con las primeras luces en una apología homérica de Thelonious Monk». Habrá quien vea en la anécdota sólo el ensalzamiento de una retentiva prodigiosa, recordando que el mismo García Márquez contó en otra ocasión que, tras más de treinta años de perseguir el título de un cuento de perseguidos, la mitad de su argumento bastó a Cortázar para ofrecer nombre, autor y libro. Otros opinarán que la exhibición retórica es propia de la supuesta facundia nacional argentina, y despacharán el tema con la fingida suficiencia con que Vargas Llosa caracterizó a Homais, el farmacéutico de Madame Bovary, atribuyéndole una inopinada «maciza pedantería rioplatense». Pensando un poco más (o un poco más simple: pensando), la historieta recupera un territorio que los críticos dedicados al llamado universo-Cortázar aprovecharon para satisfacer el cupo de sus publicaciones académicas mediante el aderezo de conocimientos transversales y la masticación de glosas de vario éxito.En el caso de Rayuela, la disciplinada «campana neumática de la crítica» como diría García Hortelano había de tender puentes entre el propósito intelectualista de la novela y el alboroto juvenil de su recepción; un alboroto tal que, según Monterroso, hizo que todas las chicas quisieran parecerse a la Maga y esgrimieran con candor el ejemplo de la escasa higiene de la heroína para bañarse lo menos posible. Haciendo oídos sordos a esos probos esfuerzos de hermenéutica enclaustrada que por lo común no alcanzan al común de los lectores, acercamientos teatrales emocionante versión del grupo Payró y fotográficos El París de Rayuela de Héctor Zampaglione, logrado intento de demostración etimológica: «fotografía»: escritura con luz, anunciaban en cierto modo la posibilidad de Jazzuela, el disco-libro con que Pilar Peyrats ha intentado pagar su deuda: «Una deuda humilde pero todavía no saldada. Un viaje musical por la novela que cambió el panorama literario de toda una época, y en concreto por los capítulos situados entre el 10 y el 18».En esos capítulos en los que el Grupo de la Serpiente se reunía para sus «discadas», la conversación filosófico-orientalista discurría sobre una alfombra musical que había de circunscribirla doblemente. Por un lado, una circunscripción temporal, en cuanto el jazz tenía un sentido de averiguación poética que la industria se apropió después con el robo prometeico que va de Charlie Parker a Kenny G (disculpen que manche la página con este nombre). Por otro lado, la naturalidad con que Cortázar recurría a su enciclopedismo musical (una deuda que él pagó antes en «El perseguidor», la «pequeña Rayuela») contribuiría a la simplificación pedagógica de la obra. En este sentido, pese a que en una carta abierta a su amigo y musicólogo Daniel Devoto precisó con pedantería de coleccionista a propósito de Duke Ellington que «56 discos en mi casa quedan a tu disposición, cronológicamente ordenados», el hecho de que luego se marchara definitivamente a París con un único ábrete sésamo («un solo disco, metido entre la ropa; un viejísimo blues de mi tiempo de estudiante, que se llama Stack O'Lee Blues y que me guarda toda la juventud») terminaría por dar la razón a los que abordan esa personalidad confiando en fotos de archivo en las que parece tocar la trompeta.De esa tentación simplificadora peca en algún momento Jazzuela, cuidadoso ejemplo de autoedición hecha con mimo, que reproduce en la portada una Rayuela parecida a la que el propio Cortázar dibujó en la primera edición en Sudamericana para dividir luego su texto en nueve partes que alternan con desigual fortuna la guía de audición con la guía de lectura. Así, si lo documental puede ser de utilidad al relatar en breve y alfabético apéndice las biografías de los solistas de los veinte temas del disco la totalidad de cuyos intérpretes se detalla a continuación; si la inclusión de las letras de sus canciones, así como el rastreo de algunos párrafos de otras obras cortazarianas en los que se aludía al jazz, son laboriosos detalles que cualquiera agradece por su generosidad, todo ello no impide que al leer las páginas dedicadas específicamente a Cortázar y a Rayuela uno se quede con la impresión de que la autora no terminó de decidirse por el riesgo en este caso, además, inexistente de escribir para un lector verdaderamente familiarizado con la obra. Sea como fuere, y al margen de una cuestión final que hubiera divertido a Georges Perec (¿dónde ordenar un disco-libro?, ¿en la biblioteca o en la discoteca?), lo que importa es escuchar la selección musical. Parafraseando el final del prólogo de Cortázar a la antología poética de Pedro Salinas: «Alguna noche de vino y de hierbas fumables, con Louis Armstrong o Jelly Roll Morton afelpando el aire de reconciliación y contacto, lean en voz alta los capítulos de Rayuela, dibujen en un oído cegado por la tinta de imprenta ese árbol de poesía que Rilke sintió en el canto de Orfeo. No sé de mejor manera de pagar una deuda y recibir a la vez mucho más, infinitamente mucho más de lo que damos».
COLEMAN HAWKINS "BODY AND SOUL"
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